Actualmente, adoptar un estilo de vida sostenible, y que se traduzca en disminuir niveles de emisiones de CO2, más que una tendencia es ya una necesidad. Es importante reaprender y modificar hábitos haciendo pequeños cambios en la rutina, para que estas acciones diarias contribuyan al cuidado del medio ambiente y del planeta.
1. Plásticos reutilizables
Más de 8 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos cada año, según la ONU; así que antes de comprar un café por la mañana, una botella de agua en la tiendita de la esquina u ordenar comida a domicilio, que suele venir acompañada de recipientes de unicel o plástico, hay que buscar alternativas que no generen más basura. Una práctica sencilla, es cargar con un termo rellenable para tu café mañanero, una botella de agua reutilizable, una bolsita de manta para llevar el súper, utilizar cubiertos de metal y trata de pedir tu comida para llevar en recipientes propios lavables.
2. Movilidad sustentable
Caminar o llegar en bici es ideal para distancias cortas, pero para aquellos que buscan cambiar de automóvil, elegir un híbrido eléctrico no implica hacer ajustes en el estilo de vida, pero sí contribuye a la disminución de las emisiones de CO2. En este sentido, para los que buscan una alternativa de movilidad para la familia con menor impacto ambiental, Highlander HEV puede ser una buena opción, ya que cuenta con el espacio necesario y la comodidad para cualquier trayecto. Gracias a su motor de combustión que trabaja en sinergia con un motor eléctrico y una batería híbrida autoregenerativa, el rendimiento de combustible se maximiza y se generan menos emisiones de dióxido de carbono. Cabe destacar que Toyota tiene 8 modelos con esta tecnología para todos los gustos y ha comercializado más de 100 mil vehículos híbridos eléctricos en México desde 2010, lo que representa un ahorro de ¡más de 700 mil toneladas de CO2!
3. Disminuir el gasto energético
Es recomendable optar por diferentes tipos de producción de energía, como la solar o eólica dentro de lo posible; pero también, es importante desconectar aparatos eléctricos que no se estén utilizando, usar pilas recargables, bombillas LED o apagar las luces de habitaciones donde no haya nadie. Para cuidar el planeta solo se necesitan pequeños cambios que poco a poco se convierten en grandes acciones de cuidado hacia nosotros mismos y la vida que conocemos.
4. Reducir el consumo de carne
Disminuir el consumo de carne es una acción importante para disminuir las emisiones de CO2. Según la Organización Mundial de Alimentos y Agricultura de la ONU (FAO), cambiar a dietas más sostenibles o evitar el desperdicio de alimentos podría reducir las emisiones en hasta 12,5 gigatoneladas de CO2. Es por ello que comenzar con un día o más a la semana sin consumo de carne puede ser una excelente manera de apoyar al planeta.
5. Menos, es más
Para tener un estilo de vida que produzca bajos niveles de CO2, es necesario hacer consciencia de si lo que consumimos lo necesitamos realmente. Cada consumo innecesario es un agotamiento de recursos al planeta y un aumento de la huella de carbono global. Dentro del sistema de producción de Toyota existe el pilar Heijunka, que significa “nivelación” en español, el cual se refiere a mejorar el flujo de un proceso para ajustarse mejor a la demanda del cliente, reducir el desperdicio. En pocas palabras, producir o consumir solo lo necesario.
Traducido a la vida cotidiana, es recomendable que consumamos y conservemos lo que creamos estrictamente necesario para evitar llenarnos de mudas y así dejar de contribuir a la sobreproducción y por ende a altos niveles de emisiones de CO2.
6. Plantar árboles y apoyar la reforestación
Las plantas, incluyendo los árboles, absorben dióxido de carbono de la atmósfera y lo utilizan para realizar la fotosíntesis, proceso mediante el cual transforman la energía del sol en alimento y liberan oxígeno al aire.