Los pilotos oficiales de Porsche en Fórmula E, Pascal Wehrlein y António Félix da Costa, aprovecharon sus vacaciones para visitar las oficinas del fabricante de relojes de lujo en La Chaux-de-Fonds, Suiza.

Al contrario de lo habitual, Pascal Wehrlein no recogió ningún trofeo al término de la jornada, sino que entregó el que había recibido como ganador del E-Prix de Diriyah al anfitrión del día, George Ciz, Director de Marketing de TAG Heuer. Con este gesto expresó el agradecimiento de todo el equipo TAG Heuer Porsche de Fórmula E por el apoyo del patrocinador principal en el campeonato de monoplazas eléctricos.

Muchos empleados de TAG Heuer se reunieron alrededor del Porsche 99X Electric, que se exhibía en la entrada principal, y aprovecharon la oportunidad para hacer preguntas a Pascal Wehrlein y a su compañero António Félix da Costa. A su vez, los pilotos de Porsche pudieron comprobar lo orgullosa que está la gente de trabajar para su empresa y el entusiasmo con el que apoyan a Porsche en la Fórmula E.

“Son muy conscientes de lo que hacemos y nos apoyan plenamente”, afirmó António Félix da Costa. “Recibir comentarios tan positivos es un enorme reconocimiento y una gran motivación para nosotros”.

El día en la fábrica de La Chaux-de-Fonds comenzó con una visita al Museo TAG Heuer. Aquí, Pascal Wehrlein no solo quedó impresionado al descubrir un reloj de más de cien años, sino que también apreció la ilustre historia de la marca y su fuerte conexión con el automovilismo. También pudo comprobar que el fabricante de relojes tiene algunas cosas en común con Porsche. “TAG Heuer es una compañía pionera en relojería, al igual que Porsche lo es en el mundo de la competición”, declaró. “Son muchos los grandes pilotos que han formado parte de la historia de TAG Heuer, entre ellos se incluyen leyendas como Ayrton Senna, Mika Häkkinen, Ronnie Peterson o Clay Regazzoni. Es un gran honor llevar un reloj de esta marca”.

Los dos pilotos continuaron su visita en el taller, donde tuvieron la oportunidad de probar suerte en el proceso de fabricación. Después de recibir instrucciones de los especialistas de TAG Heuer, se les encargó montar las manecillas de un reloj. Pascal Wehrlein fue especialmente hábil y logró llevar a cabo la operación con total pericia. Otra parada interesante del recorrido fue el laboratorio de pruebas, donde todos los relojes se someten a un exhaustivo control final antes de la entrega, muy similar al control de calidad de los vehículos Porsche.

“Hoy hemos adquirido una visión profunda de cómo se trabaja en TAG Heuer. Ahora admiro la marca aún más de lo que ya lo hacía”, comentó Wehrlein tras su visita. António Félix da Costa añadió: “Porsche y TAG Heuer son empresas fascinantes que representan ingeniería de vanguardia y fiabilidad. Juntas, crean una sinergia única y mágica”.

Por luisdemen