Más de setecientos kilómetros por las rotas pistas de Marruecos, con dunas, ríos secos, trampas, agujeros y baches por todas partes. Un terreno imposible, un infierno para un SUV convencional, pero no para un SEAT Ateca, con el apellido Marathon.
Un SUV no es un todoterreno puro y esa diferencia es determinante cuando el recorrido se aleja de las pistas. Eso es lo que rige hoy en la comunidad off-road, pero se ha abierto una pequeña ventana desde que un SEAT Ateca TDI de 150 CV con cambio automático y tracción total 4Drive ha recibido unas mínimas adaptaciones para afrontar el difícil recorrido.
El objetivo era acompañar al SEAT Toledo Marathon en el exigente RallyClassics Africa, un rally-raid de regularidad con navegación para vehículos 4×4 clásicos, donde también había una categoría Open para coches más modernos, en la que tres unidades del SEAT Ateca compitieron también por las mismas etapas, pilotados por periodistas especializados, y acompañados de copilotos expertos en navegación off-road.
Sin embargo, en el briefing inicial, previo a la primera etapa del rally-raid, se descubrió el recorrido de los setecientos kilómetros que, claramente, se presentaba como un absoluto reto para el SEAT Ateca y para el equipo de mecánicos. El SUV español no fue concebido para transitar por el duro recorrido a enfrentar y, el resto de los vehículos de la categoría Open contra los que competir, eran auténticos todo terreno preparados para la competición off road. El equipo fue consciente de lo que se avecinaba, y se afrontó el reto con pasión y sentido de equipo.
El apellido ‘Marathon’ del SEAT Ateca no es una denominación comercial real, no existe en el mercado una opción como tal, pero así se le conoce dentro del equipo, haciendo un guiño al SEAT Toledo Marathon desarrollado hace 30 años para competir en los raids de tierra internacionales. Entre los elementos modificados del SUV de la marca española, se eligieron unas espectaculares llantas de 16 pulgadas que debían montar unos neumáticos ideales para el peor de los usos, unos BF Goodrich All Terrain. Al mismo tiempo se cambiaron los muelles y también los amortiguadores, pensados para un uso más exigente. Entre los neumáticos de gran perfil y la suspensión, se ganaron aproximadamente cuatro centímetros de altura de la carrocería y dos centímetros de recorrido de suspensión. Posiblemente sean los dos apartados más importantes para poder afrontar un recorrido tan exigente; altura de carrocería para afrontar obstáculos y recorrido de suspensión. Y luego, son imprescindibles unos buenos protectores, en este caso de duraluminio, planchas bien diseñadas y mejor situadas encargadas de proteger de los impactos imposibles de evitar tanto al motor y el cárter, como las suspensiones, trapecios y elementos susceptibles de sufrir con un inoportuno golpe.
A todo ello, el Ateca Marathon suma una atractiva baca en el techo para llevar las herramientas básicas, las palas, eslingas y las planchas por si hay que sacar al SUV de las arenas del desierto, y poco más. Hablamos de una sencilla modificación y que transforma un Ateca TDI, un SUV perfecto para viajar con el máximo confort y pasar por pistas con suavidad, en un coche capaz de afrontar el recorrido de un genuino raid como el RallyClassics África, una prueba que muchos equipos utilizan para prepararse de cara al Dakar Classic.
Los que han tenido la ocasión de pilotarlo no salen de su asombro. Y más en el desierto. Pasa por sitios que, en condiciones normales harían retroceder al más valiente. La capacidad de tracción es espectacular, aunque en este caso requiere de cierta práctica, porque la electrónica manda y el control de tracción hace las cosas complicadas en las dunas. Pese a ello, con el control de tracción y estabilidad en posición Sport, el Ateca sigue adelante con nobleza. Es imprescindible la prudencia, atacar los obstáculos con inteligencia y no exponer al coche a una posible rotura. La inteligencia pasa por bajar la presión de los neumáticos a poco más de 1,2 kilos para pasar por las duras y subirla hasta casi los 2,5 bares para soportar el peor trato de las piedras sueltas del desierto.
Finalmente, ni ríos secos, ni ríos caudalosos, ni dunas o zonas rotas fueron puntos infranqueables para el SEAT Ateca TDI de 150 CV, no al menos con los retoques que los transforman en un SEAT Ateca Marathon, y las tres unidades que compitieron terminaron las etapas del rally-raid en su totalidad, mostrando una extraordinaria fiabilidad. Pero es que además la unidad pilotada por el experto periodista Joan Dalmau, y del no menos experto copiloto Aran Sol, vencieron en la categoría Open a todos sus rivales, y terminaron la prueba en cuarta posición absoluta, un hito para el equipo de SEAT Históricos y para el primer SUV de SEAT, desarrollado hace siete años y que ha demostrado en un uso diario la gran fiabilidad y dureza, que ahora también ha demostrado fuera de su área de confort.