Hoy es un día muy especial para la Casa de Maranello. Es el momento en que se presenta al público y a la prensa el F80, un nuevo capítulo en la legendaria historia de los supercars del Cavallino Rampante. El F80 se producirá en una serie limitada de 799 ejemplares y entra a formar parte de modelos como el GTO, el F40 y el LaFerrari, representando el más alto escaparate tecnológico y de prestaciones que puede ofrecer la Casa de Maranello.

Desde 1984, Ferrari ha desarrollado una serie de supercars que han visto nacer tecnologías e innovaciones que han entrado a formar parte del imaginario colectivo. Estos coches, destinados a los clientes más apasionados de la marca, se convirtieron inmediatamente en iconos en su época, caracterizando de forma indeleble la historia, no sólo de la empresa, sino de todo el sector del automóvil.

El último modelo, el F80, aspira a representar la excelencia absoluta para un coche con motor de combustión interna y utiliza todas las soluciones tecnológicas más avanzadas, empezando por la tecnología híbrida de última generación, para llevar su propulsor a un nivel inimitable. Toda su arquitectura está diseñada para alcanzar el máximo rendimiento. Desde el chasis de fibra de carbono hasta la aerodinámica, jamás hasta la fecha se había visto una apuesta tan extrema en un coche homologado. Sin olvidar, su nueva suspensión activa diseñada para extraer el máximo rendimiento durante su conducción en circuito.

Además, como auténtica novedad en el panorama de los supercars actuales, el F80 consigue combinar estos valores con una facilidad de conducción que lo hace ágilmente manejable incluso en carretera, y con un estilo de conducción más relajado. Esta característica se refleja en todas las opciones tecnológicas y arquitectónicas, concebidas con un claro objetivo, que podría sonar  contradictorio, crear un superdeportivo de pista que pueda conducirse al mismo tiempo como un coche de gama.

De este modo, el conductor utilizará el coche durante más tiempo mientras disfruta de sus prestaciones y de las emociones que proporciona al volante. La arquitectura del F80 se ha llevado al extremo creando un habitáculo cónico orientado al conductor, sin dejar de garantizar un excelente espacio para el pasajero. Las ventajas de esta elección son fundamentales en términos de eficiencia aerodinámica y reducción de peso.

Por tanto, el habitáculo tiene un efecto claramente perceptible de monoplaza, a pesar de que el coche está homologado para dos personas, lo que lo convierte en un coche con una arquitectura que puede definirse como «1+». Esta configuración obedece a la necesidad de reducir su anchura para obtener ventajas aerodinámicas, como la reducción de la resistencia aerodinámica, y a la vez reducir su peso. Este concepto es perfectamente coherente con el mundo de las carreras, del que el coche toma su inspiración y sus soluciones técnicas.

La elección del propulsor está en línea con los supercars predecesores del F80, y con la tendencia tecnológica actual del automovilismo. Mientras que el GTO y el F40 equipaban un V8 turboalimentado porque los Fórmula 1 en aquella época utilizaban motores turbo en la década de 1980, hoy en día, tanto en la Fórmula 1 como en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), se utilizan motores V6 turboalimentados en combinación con un sistema híbrido de 800V. Así que la transferencia de esta arquitectura al F80 era natural, especialmente después de que el 499P se alzase en dos ocasiones consecutivas con el título de las 24 Horas de Le Mans.

Su sistema de propulsión se ve reforzada por la inclusión de un turbo eléctrico (e-turbo), por primera vez en un Ferrari, que, gracias al motor eléctrico situado entre cada una de las turbinas y el compresor, consigue una potencia específica muy elevada y una respuesta inmediata a bajas revoluciones.

La aerodinámica desempeña un papel fundamental en el F80 y, gracias, entre otras cosas, al alerón móvil y al extractor en la parte trasera, y en su parte inferior, el triplano y el S-Duct en la parte delantera, consiguen generar 1.050 kg de carga vertical a 250 km/h. Las prestaciones se ven acentuadas por la suspensión activa que participa directamente en el desarrollo del efecto suelo, el eje delantero eléctrico que permite la tracción a las cuatro ruedas para aprovechar al máximo el par y la potencia, y los nuevos frenos con tecnología CCM-R Plus derivada del mundo de la competición.

Como todos los supercars que le precedieron, el F80 marca el inicio de una nueva era estilística con un lenguaje más tenso y extremo que subraya su alma de racing. Hay una clara inspiración en la industria aeroespacial para subrayar la sofisticación y la innovación tecnológica de las opciones de diseño. Sin embargo, no faltan guiños a sus célebres predecesores, recordando su importantísima ascendencia.

SISTEMA DE PROPULSIÓN

MOTOR DE COMBUSTIÓN INTERNA

El motor F163CF a 120° V de tres litros del F80 simboliza la máxima expresión del motor seis cilindros Ferrari. Es capaz de desarrollar la impresionante potencia de 900 CV y, en consecuencia, una potencia específica récord para un motor Ferrari de 300 CV/l, a los que hay que añadir los 300 CV entregados por el sistema híbrido compuesto por eje (e-4WD) y motor eléctrico (MGU-K).

Su conexión con las carreras, especialmente las de resistencia, es sólida. Su arquitectura y varios componentes derivan estrechamente del motor del 499P, ganador de las dos últimas ediciones de las 24 Horas de Le Mans. Compartiendo con el coche que compite en el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC) encontramos la arquitectura, el cárter, las cadenas de transmisión y el esquema de distribución, las recuperaciones de la bomba de aceite, los cojinetes, los inyectores y las bombas GDI.

Sin embargo, la transferencia del mundo de la competición también abarca, como no podía ser de otra manera, a la Fórmula 1, de la que se han tomado tanto el concepto MGU-K, mediante la industrialización de un motor eléctrico similar al de los monoplazas del Cavallino Rampante, como el concepto MGU-H, que genera potencia utilizando el exceso de energía cinética de las turbinas, creada a su vez por la energía térmica emitida por los gases de escape a través del desarrollo específico del e-turbo.

Para garantizar las máximas prestaciones en todas las condiciones, se ha llevado al extremo el calibrado del motor, especialmente las fases de encendido e inyección, el número de inyecciones y la gestión de los variadores de fase. El F80 está equipado con el primer motor Ferrari de carretera que se beneficia de un nuevo enfoque del control estadístico de la detonación, que permite acercarse a los límites de detonación aprovechando la capacidad del motor para utilizar presiones más elevadas en la cámara de combustión (+20% en comparación con el 296 GTB).

Otro aspecto clave fue el trabajo realizado en la calibración del motor para las subidas dinámicas en cada marcha, una primicia en un Ferrari de carretera. Este desarrollo se centró en las calibraciones dinámicas y la gestión del e-turbo. Las calibraciones en dinámico se beneficiaron del hecho de que los límites de detonación y las condiciones de bombeo del compresor difieren en condiciones dinámicas y estacionarias. En consecuencia, se desarrolló una calibración específica para cada marcha con el fin de lograr una preparación similar a la de un motor atmosférico en diferentes condiciones.

En cuanto al e-turbo, el hecho de tener el motor eléctrico en el eje de la unidad impulsora permite ajustar la dinámica del fluido buscando el máximo rendimiento a revoluciones medias/altas sin verse obligado a comprometer el turbo lag  a bajas revoluciones. La adición de energía eléctrica permite el uso de estrategias e-turbo destinadas a eliminar el turbo lag y garantizar así tiempos de respuesta extremadamente rápidos.

Los inyectores GDI de 350 bar están situados en el centro de la cámara de combustión para mezclar de forma óptima la carga y mejorar la eficiencia mediante múltiples estrategias de inyección, combinando rendimiento y bajas emisiones. Los perfiles de los árboles de levas de admisión y escape se han revisado para optimizar la eficiencia fluidodinámica y elevar el régimen máximo del motor a 9.000 rpm, con un limitador dinámico a 9.200 rpm.

Los conductos de admisión y escape se han pulido para mejorar el rendimiento. El conducto de admisión se ha acortado para aumentar la permeabilidad y refrigerar la carga mediante un detuning fluidodinámico, y se ha diseñado para que haya más turbulencias en la cámara de combustión. La línea de escape a tres ladrillos cumple la normativa actual (Euro 6E-bis), pero está preparada para futuras evoluciones de las normas mundiales.

Los colectores de escape de Inconel© están diseñados para minimizar las caídas de presión y encontrar la afinación ideal para realzar el sonido del V6 tan característico de la Casa de Maranello. El cigüeñal de acero está mecanizado a partir de un estampado de pasadores laminados en caliente a 120°. El orden de encendido 1-6-3-4-2-5 confiere al F80 el típico tono de motor Ferrari. Para reducir el peso, el cigüeñal se ha aligerado en el cárter y los extremos.

Las bielas y los pistones también se han revisado. Las bielas de titanio incorporan una interfaz dentada en la superficie de contacto entre el eje y la tapa para garantizar un centrado perfecto y la máxima precisión en el acoplamiento con los cojinetes. Los pistones de aluminio se han optimizado para limitar el peso y soportar mayores presiones en la cámara y flujos de calor debido a los increíbles valores de par y potencia. En concreto, para fabricar el bulón del pistón se ha utilizado acero de alta resistencia recubierto de DLC (carbono diamantado). Además, en la zona de acoplamiento entre éste y la biela, se ha insertado un orificio específico de paso de aceite para mejorar la lubricación.

Para bajar el centro de gravedad del coche, la unidad de potencia se instaló en el límite del fondo plano, con lo que la distancia máxima entre el eje del cigüeñal y todos los componentes del fondo de la copa es de sólo 100 mm. También se decidió ajustar la cadena cinemática alrededor del eje Z en 1,3º, elevando la caja de cambios para no penalizar la eficacia del fondo aerodinámico.

Para aligerar el motor, se revisaron el cárter, la base, la tapa de distribución y otros componentes. También se incorporaron tornillos de titanio. Gracias a estas soluciones, el peso no ha variado en comparación con el V6 del 296 GTB, a pesar del aumento de prestaciones de 237 CV.

La instalación rebajada del grupo propulsor se logró mediante el desarrollo de un nuevo volante de inercia de diámetro reducido concebido y diseñado desde cero. Este innovador concepto fue posible gracias a la adopción de dos filas separadas de muelles, que también permitieron reducir la rigidez general del sistema y filtrar mejor las vibraciones en el tren motriz. El amortiguador también se desarrolló especialmente con el objetivo de amortiguar las vibraciones torsionales de la línea de conducción por al aumento del rendimiento, y disipar la elevada potencia térmica.

SISTEMA DE PROPULSIÓN HÍBRIDO

El del F80 es el primer motor eléctrico diseñado, probado y fabricado íntegramente por Ferrari en Maranello, con el objetivo específico de maximizar sus prestaciones y reducir el peso. El diseño de los motores eléctricos, dos situados en el eje delantero y uno en el trasero, deriva directamente de la experiencia de Ferrari en competición. En particular, el tipo con estator de bobina dentada y rotor con configuración de matriz Halbach (una tecnología que maximiza el campo magnético gracias a la disposición de los imanes) y la retención de los imanes con fibra de carbono tomados del diseño del MGU-K utilizado en la Fórmula 1.

El rotor utiliza la tecnología de matriz Halbach para maximizar la densidad del flujo magnético y minimizar el peso y la inercia. La retención magnética con anillos de fibra de carbono permite alcanzar una velocidad máxima de 30.000 rpm. El estator de bobina dentada reduce el peso del cobre en los cabezales, mientras que el bobinado de alambre Litz optimiza las pérdidas de alta frecuencia. El alambre Litz, debido a la presencia de múltiples hebras en lugar de un único hilo, reduce el llamado «efecto piel», lo que permite que la corriente fluya uniformemente por toda la sección del alambre y minimiza las pérdidas. El revestimiento de resina de las partes activas del estator mejora la eliminación del calor.

Un convertidor CC/CC se encarga de transformar la corriente continua a una tensión determinada en corriente continua a otra tensión diferente. Este innovador componente permite manejar simultáneamente tres niveles de tensión en un mismo objeto: 800 V, 48 V y 12 V.

A partir de la corriente suministrada por la batería de alto voltaje de 800 V, el convertidor Ferrari genera corriente continua de 48 V para alimentar la suspensión activa y el e-turbo, y corriente de 12 V para alimentar las ECU y todos los elementos auxiliares del coche. Su innovadora tecnología resonante le permite convertir la corriente necesaria sin ninguna latencia, comportándose a todos los efectos como un acumulador de energía con una eficiencia de conversión superior al 98%. Este componente ha permitido no instalar una batería de 48 V, ahorrando peso y simplificando el diseño.

El eje, también desarrollado y fabricado íntegramente en Ferrari, consta de dos motores eléctricos, un inversor y un sistema de refrigeración integrado. Este componente permite activar la vectorización del par o torque vectoring en el eje delantero. La integración de las funciones y la nueva disposición mecánica han permitido ahorrar unos 14 kg con respecto a las aplicaciones anteriores, ya que el componente pesa sólo 61,5 kg. Los esfuerzos se centraron en optimizar la eficiencia mecánica, y para ello se incorporó un aceite de baja viscosidad (Shell E6+) y se adoptó un sistema de lubricación activa por cárter seco con un depósito de aceite en el eje, soluciones ambas que han reducido las pérdidas de potencia mecánica en un 20%. La adopción de engranajes de alta cobertura (HCR) ha contribuido a reducir en 10 db las emisiones sonoras.

El componente encargado de convertir la corriente continua de la batería de alto voltaje en corriente alterna útil para accionar el motor eléctrico es el inversor. El del eje delantero también funciona en sentido contrario, convirtiendo la corriente alterna procedente del frenado regenerativo del eje en corriente continua que se introduce en la batería para recargarla. El inversor, que se dedica a la conversión de potencia y al control de los dos motores eléctricos delanteros, es capaz de generar una potencia total por eje de 210 kW. En el F80 está integrado en el propio componente y pesa sólo 9 kg, generando así una reducción de masa significativa en comparación con el SF90 Stradale.

También hay otro inversor para el motor eléctrico de la parte trasera (MGU-K) que realiza tres funciones: arranque del motor de combustión interna, recuperación de energía para cargar la batería de alto voltaje y refuerzo del par motor en determinadas condiciones dinámicas. Genera una potencia máxima de 70 kW en la fase regenerativa y 60 kW como apoyo al motor de combustión interna. Ambos inversores integran el sistema Ferrari Power Pack (FPP), un módulo de potencia que incluye los elementos necesarios para la conversión de potencia en el menor espacio posible. Consta de seis módulos de carburo de silicio (SiC), paneles piloto (gate driver) y un sistema de refrigeración específico. La batería de alto voltaje, que forma parte del sistema de almacenamiento de energía, está diseñada para alcanzar niveles muy altos de potencia específica. Su innovador diseño se basa en tres principios: la elección de celdas de litio con una química derivada del mundo de la Fórmula 1, el uso extensivo de fibra de carbono para la construcción de la carcasa monocasco y una metodología patentada de diseño y ensamblaje (cell-to-pack) que minimiza el peso y el volumen. Situado en la parte baja del compartimento trasero del motor, ayuda a la dinámica del vehículo bajando el centro de gravedad del F80. Las conexiones eléctricas e hidráulicas están integradas en el componente para acortar cables y mangueras, mientras que su configuración utiliza 204 células conectadas en serie y divididas equitativamente en 3 módulos, para una energía total de 2,3 kWh y una potencia máxima de 242 kW.

Por último, con el fin de optimizar la integración de los componentes eléctricos y electrónicos internos, se desarrolló un aparato sensor inalámbrico CSC (Cell Sensing Circuit) para controlar la tensión de la célula mediante contactos de resorte y medir la temperatura de la célula con sensores infrarrojos.

AERODINÁMICA

Las prestaciones aerodinámicas del F80 alcanzan niveles nunca antes logrados por un Ferrari de calle, como demuestran los 1.050 kg de carga vertical producidos a 250 km/h. Alcanzar este extraordinario objetivo fue posible gracias a una simbiosis perfecta entre todos los organismos dedicados al diseño de la arquitectura del coche. Para cada uno de ellos, la búsqueda del equilibrio perfecto entre carga aerodinámica y velocidad máxima, fue la base sobre la que lanzaron opciones de diseño extremas, dignas de un verdadero supercar.

El frontal del F80, que desarrolla 460 kg de carga total a 250 km/h, se inspira en los conceptos aerodinámicos utilizados en los coches que compiten en la Fórmula 1 y en el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC), reinterpretándolos de forma innovadora y convirtiéndolos en la piedra angular del proyecto. Por un lado, la posición de conducción de competición permitió realizar un chasis de quilla alta. Y por otro, el cooling layout o disposición de la refrigeraciónpermitió liberar toda la parte central del coche, maximizando el espacio disponible.

En el volumen central, encastrado entre los montantes, destacan los elementos circundantes gracias a la pintura del color de la carrocería, y se encuentra el generoso plano principal (main plane) del alerón delantero. En el interior del S-Duct, dos flaps siguen el perfil principal, completando una configuración alar de triple elemento con curvaturas y ranuras de soplado de clara inspiración 499P. El funcionamiento aerodinámico del alerón delantero se basa en la estrecha sinergia del triplano con el S-Duct y la quilla alta, que minimizan el bloqueo hacia el alerón, mejorando su rendimiento.

De este modo, el flujo de aire que llega por la parte inferior y el parachoques sufre una violenta expansión vertical, y es desviado en el interior del conducto hacia el capó, creando un potente upwash, que se traduce en un fuerte núcleo de succión bajo la parte inferior. El pico de carga aerodinámica generado de este modo es de 150 kg de los 460 kg que actúan en la parte delantera y es muy sensible a las variaciones de la altura libre al suelo, donde la suspensión activa garantiza, por tanto, el equilibrio aerodinámico del coche, controlando la puesta a punto en tiempo real y ajustando la distancia entre los bajos y la carretera en cada situación de conducción.

El volumen liberado bajo los pies del conductor también permitió desarrollar tres pares de bargeboards. Estos dispositivos generan una fuerte vorticidad concentrada al introducir un componente de velocidad en el campo de movimiento en la dirección del outwash o estela, lo que no sólo mejora el nivel de succión de los bajos, sino que también reduce el bloqueo y aumenta el rendimiento del triplano delantero. Gracias a los bargeboards, el efecto perjudicial de la estela de la rueda delantera también se contrarresta confinándola fuera del fondo y evitando la contaminación del flujo de aire que alimenta la parte trasera.

El rendimiento aerodinámico de la parte trasera, que genera los 590 kg de carga restantes a 250 km/h, viene determinado por el funcionamiento combinado del sistema alerón-difusor trasero. Su eficacia depende en gran medida de la cantidad de carga que pueda expresar el tren trasero, ya que apenas influye en la resistencia aerodinámica.

Para maximizar el rendimiento del difusor de la F80, su volumen de expansión se maximizó gracias a la rotación de 1,3° en el eje «Z» del conjunto motor-caja de cambios, y a la forma del chasis y la suspensión trasera. El inicio de la curvatura se adelantó, creando un extractor con una longitud récord de 1.800 mm que genera una gran zona de baja presión bajo el coche, que a su vez atrae un gran flujo de aire hacia los bajos.

Para conseguir un efecto de sellado aerodinámico de la parte inferior, se ha aprovechado la geometría del chasis con estribos curvos y estrechos, creando un conducto para captar el flujo que discurre adherido al lateral y obteniendo un soplador en el interior del compartimento de la rueda trasera, bajo la palanca inferior de la suspensión. Su interacción con la deriva del difusor exterior le permite interferir con los vórtices generados en la zona de contacto entre la rueda y la superficie de la carretera, evitando que entren prematuramente en el difusor. Gracias a esta sinergia, la carga vertical generada únicamente por el difusor es de 285 kg, es decir, más del 50% del total en la parte trasera.

El alerón activo es el elemento más distintivo del F80 y completa el concept  aerodinámico del coche. Está equipado con un reglaje que permite tanto su elevación como el ajuste dinámico y continuo de la incidencia con el que es posible modular la carga vertical y la resistencia. En la configuración High Downforce (HD), utilizada en frenadas, entradas y curvas, el alerón forma un ángulo de 11° con respecto a la dirección del flujo, generando una carga vertical de más de 180 kg a 250 km/h.

En el extremo opuesto de la envolvente de rotación, el ala se encuentra en la configuración de baja resistencia aerodinámica (LD), reconocible por su borde de ataque orientado hacia arriba. En esta configuración, la resistencia aerodinámica es mucho menor, debido a la reducción de la carga aerodinámica y al efecto de tracción generado por el núcleo residual de baja presión que actúa sobre la superficie inferior del ala.

El alerón trasero representa la pieza principal del sistema de aerodinámica adaptativa que permite al F80 adaptarse a cada condición dinámica, medida y procesada en tiempo real por los sistemas de control del vehículo. A partir de las peticiones del conductor en términos de aceleración, velocidad y ángulo de giro, se identifica el mejor compromiso entre carga, equilibrio y resistencia y se ordena a los sistemas de suspensión activa y aerodinámica activa la configuración óptima, es decir, el ángulo de incidencia del alerón trasero y el estado de activación del flap móvil denominado Active Reverse Gurney instalado bajo el triplano delantero.

Incluso en la parte delantera, el nivel de carga y resistencia varía en función de dos configuraciones diferentes del dispositivo: en posición cerrada, la carga aerodinámica o downforce generada es máxima, mientras que en posición abierta es ortogonal al flujo y determina, de forma similar al DRS de los coches de Fórmula 1, el calado del fondo del coche, favoreciendo la reducción de la resistencia para alcanzar la velocidad máxima.

GESTIÓN TÉRMICA

La definición del esquema de refrigeración requirió un estudio en profundidad para combinar las necesidades térmicas del motor, que en uso de rendimiento dispone de más de 200 Kw, y del nuevo sistema híbrido con las necesidades aerodinámicas. El objetivo era, por tanto, minimizar el impacto en el embalaje para validar una configuración funcional a los fundamentos aerodinámicos y que representara la síntesis perfecta entre los requisitos aerodinámicos y térmicos del F80.

Por ello, las masas radiantes se han dispuesto de forma que se maximice el flujo de aire frío y se minimicen las interferencias con el aire caliente, garantizando la mejor eficiencia de intercambio térmico. Para mejorar el equilibrio térmico global, también se han utilizado soluciones innovadoras, como la película transparente incrustada en el cristal del parabrisas que, aprovechando el circuito eléctrico de 48 V, descongela de forma autónoma el cristal, reduciendo la demanda de energía a la unidad de climatización. Además, el circuito de climatización está gestionado por válvulas electro accionadas que modulan el caudal de refrigerante en función de la demanda del circuito HVB, mejorando la gestión energética.

En la parte delantera se han instalado dos condensadores que dan servicio al circuito del aire acondicionado, la batería y la suspensión activa, y tres radiadores de alta temperatura para refrigerar el V6. Dos están situados lateralmente y fuera del montante para aprovechar el espacio entre la parte inferior y el grupo óptico, mientras que el tercero está colocado horizontal y centralmente y trabaja con el upwash generado por el triplano para asegurar el correcto flujo de aire.

La evacuación del calor se ha optimizado para no interferir con la aerodinámica delantera y los flujos de refrigeración hacia la parte trasera. La abertura principal de los radiadores laterales está orientada hacia el hueco de la rueda, lo que al ofrecer un bloqueo reducido garantiza una alta permeabilidad para las masas radiantes. Otra abertura que mejora la contención de la estela lateral está integrada en el banco lateral del alerón delantero, además de dirigir el aire caliente lejos de la rueda. El radiador central ventila el calor entre el parachoques y el capó delantero sin interferir con el flujo de salida del S-Duct.

El flanco del F80 integra varias funciones en una única forma estilística diseñada por el volumen de la parte superior de la puerta que desciende gradualmente, definiendo un conjunto integrado en la carrocería. Gracias a su forma, el flujo que baña el alerón queda protegido de la contaminación térmica de la estela caliente de la rueda delantera y es guiado a lo largo de la superficie de la puerta hacia la toma realizada al principio del lateral. La toma de aire está coronada por dos aletas opuestas que reinterpretan la forma típica de las tomas aeronáuticas «NACA», que aprovecha así la vorticidad para captar parte del flujo que circula por la región superior. En el interior, el flujo de aire se divide entre el que alimenta el motor, que se beneficia de 5 CV adicionales de sobrealimentación dinámica, el intercooler para refrigerar el aire del motor y la refrigeración de los frenos traseros.

También en este aspecto se apostó por soluciones innovadoras que permitieran al sistema de frenado, diseñado en torno a los nuevos discos CCM-R Plus, trabajar en el mejor régimen térmico. El conducto delantero aprovecha las cámaras internas del puntal del chasis para canalizar el flujo frío de alta energía procedente del parachoques y dirigirlo hacia el disco, las pastillas y la pinza, los elementos más sensibles del sistema. Esta solución, patentada por Maranello, explota por primera vez una restricción de packaging para lograr una alta eficiencia de refrigeración, gracias a un aumento del 20% del caudal en comparación con el LaFerrari, sin penalizar la aerodinámica delantera.

DINÁMICA DEL VEHÍCULO

El F80 está equipado con las tecnologías más avanzadas para gestionar el control dinámico del coche en todas las condiciones, tanto en carretera como en circuito. Una de las joyas de la corona es sin duda el sistema de suspensión activa Ferrari, rediseñado desde cero a partir del visto en el Ferrari Purosangue para adaptarse al alma superdeportiva de este coche.

El sistema incluye cuatro esquinas totalmente independientes accionadas por cuatro motores eléctricos de 48 V, suspensión de doble horquilla, amortiguadores activos integrados (in-board) y levas creadas con tecnología de impresión 3D y fabricación aditiva, utilizadas por primera vez en un coche de calle de Ferrari. Las ventajas de este sistema incluyen una disposición optimizada, un mayor encuadre en las curvas, la reducción de las masas no suspendidas, la ausencia de barra estabilizadora y la recuperación específica del ángulo de caída.

El sistema satisface dos requisitos aparentemente irreconciliables. Por un lado,  la necesidad de una gran rigidez en la pista, donde es necesario reducir al máximo la variabilidad de la distancia al suelo, y al mismo tiempo una excelente capacidad para absorber la rugosidad de la superficie de la carretera durante la conducción en carretera. De este modo, el coche disfruta de una excelente manejabilidad en carretera, al tiempo que es capaz de soportar la carga aerodinámica en todas las condiciones.

A bajas velocidades, el sistema optimiza el equilibrio mecánico y la bajada del centro de gravedad del coche, mientras que a velocidades más altas el control de altura favorece la optimización del equilibrio aerodinámico siguiendo las fases de las curvas en sinergia con la aerodinámica activa. En condiciones de frenada de rendimiento, por ejemplo, al entrar en una curva, el control de altura libre al suelo permite evitar la inestabilidad provocada por el balanceo que normalmente se desplazaría hacia la parte delantera, reduciendo la variación de altura. En la entrada en curva, por el contrario, el sistema permite ganar carga manteniendo un equilibrio óptimo. En la salida de las curvas, por último, permite oponerse a la migración del equilibrio hacia la parte trasera, manteniendo siempre la mejor condición para una mayor tracción y estabilidad de las cuatro ruedas.

Otra de las grandes evoluciones aportadas al F80 es el nuevo sistema SSC (Side Slip Control) en su versión 9.0, que se beneficia del estimador integrado FIVE (Ferrari Integrated Vehicle Estimator). El nuevo estimador se basa en el concepto de gemelo digital, un modelo matemático que reproduce virtualmente el comportamiento del coche utilizando las mediciones de los sensores del vehículo.

El nuevo sistema no sólo permite estimar el ángulo de inclinación en tiempo real como su predecesor, sino también la velocidad del centro de masas del coche con una precisión inferior a 1° y 1 km/h respectivamente. Todas las tecnologías de control dinámico, como el control de tracción, se benefician de este nuevo estimador.

La arquitectura híbrida del F80, equipado con un eManettino como todos los Ferrari híbridos enchufables, se desarrolla en tres configuraciones de conducción diferentes: ‘Hybrid’, ‘Performance’ y ‘Qualify’. No hay modo eDrive, ya visto en el SF90 Stradale y el 296 GTB, ya que el F80 no permite la conducción en modo totalmente eléctrico, lo que no se corresponde con el uso al que está destinado.

La posición «Híbrido» es la posición estándar cuando se enciende el coche y pone a disposición funciones para que el coche sea más eficiente y utilizable en todas las condiciones. Esta posición tiene por objeto recuperar o retener energía para prolongar la capacidad del motor MGU-K de generar sobrealimentación o boost cuando sea necesario. La posición ‘Performance’, por su parte, pretende garantizar la continuidad de las prestaciones durante un largo stint en pista, manteniendo el estado de carga siempre en torno al 70% y optimizando los flujos de energía hacia la batería. La posición más extrema, denominada ‘Qualify’, tiene como objetivo brindar las máximas prestaciones al suelo y proporcionar al conductor toda la potencia de la que dispone la F80, gracias al cincelado electrónico de las curvas de par que, en el caso de cambios de marcha en el limitador, permite aprovechar las mejores curvas conjuntas entre el motor eléctrico y el de combustión.

En las posiciones «Performance» y «Qualify» del eManettino, también es posible activar una función completamente nueva, una primicia para Ferrari y para todo el sector automovilístico, se trata de la tecnología Boost Optimisation, que identifica la pista o el circuito por el que está conduciendo el piloto y, en consecuencia, proporciona potencia extra en las zonas de la pista donde más se necesita. Tras seleccionar esta función, el conductor iniciará una vuelta de formación en la que el sistema reconocerá las curvas y rectas de la pista y optimizará la entrega de potencia basándose en los datos recogidos. Al final de la vuelta, el coche estará listo para proporcionar automáticamente la potencia adicional necesaria, sin necesidad de que intervenga el conductor. La optimización de la sobrealimentación difiere en función de si se utiliza en la posición «Performance» -en cuyo caso, mantendrá la sostenibilidad del rendimiento durante el mayor tiempo posible- o «Qualify», donde, en cambio, maximizará las zonas de sobrealimentación o boost incluso a costa de una reducción de la carga de la batería de alto voltaje.

El sistema de frenado del F80 introduce una importante innovación, a saber, la adopción de la tecnología CCM-R Plus, desarrollada en colaboración con Brembo. El uso de materiales y tecnologías derivados directamente de la experiencia de Ferrari en competición ha generado un producto claramente superior a otros sistemas carbocerámicos de carretera.

De hecho, se compone de largas fibras de carbono para mejorar significativamente la resistencia (+100%) y la conductividad térmica (+300%) con respecto a la solución anterior. Las superficies de frenado están recubiertas con una capa de carburo de silicio (SiC) que garantiza una increíble resistencia al desgaste y un tiempo de rodaje reducido. La combinación con pastillas de freno con un compuesto específico garantiza una estabilidad absoluta del coeficiente de fricción incluso en las condiciones más extremas de conducción en circuito continuo. Los canales de ventilación del disco, dispuestos en dos filas, aseguran una refrigeración superior gracias a la mayor superficie de intercambio térmico y a la geometría optimizada derivada de la experiencia en Fórmula 1 y de los avanzados métodos de cálculo fluidodinámico (CFD).

Dos neumáticos en tamaños 285/30 R20 y 345/30 R21 con tecnología Pilot Sport Cup2 y Pilot Sport Cup2R fueron desarrollados específicamente con Michelin para el F80. El Pilot Sport Cup2 maximiza la emoción de la conducción y la facilidad de uso del coche gracias a un diseño específico de la carcasa y la banda de rodadura, mientras que el neumático Pilot Sport Cup2R ha permitido alcanzar niveles de rendimiento en pista nunca antes experimentados en los coches de carretera Ferrari, tanto en términos de agarre máximo como de consistencia en el tiempo, gracias al uso de compuestos específicos derivados de las aplicaciones de automovilismo.

Por último, como prueba del objetivo de maximizar la usabilidad incluso fuera del contexto más orientado a las prestaciones, el F80 está equipado de serie con los principales sistemas ADAS de asistencia al conductor: Control de Crucero Adaptativo con función Stop&Go; Frenada Automática de Emergencia; Aviso de Cambio Involuntario de Carril; Asistente de Mantenimiento de Carril; Luz de Carretera Automática; Reconocimiento de Señales de Tráfico; y Aviso de Somnolencia y Atención del Conductor.

CHASIS Y CARROCERÍA

CHASIS

El fuselaje y otros elementos del chasis del F80 se han diseñado siguiendo un enfoque multi material, es decir, utilizando el material más adecuado para cada zona. El fuselaje y el techo son de fibra de carbono y materiales compuestos, mientras que los subchasis delantero y trasero son de aluminio y están unidos al fuselaje con tornillos de titanio. En la parte trasera también hay un subchasis de aluminio dedicado a la instalación de la batería y atornillado al subchasis trasero.

Los bastidores auxiliares están compuestos por perfiles extruidos de sección cerrada, unidos entre sí por piezas de fundición. El fuselaje se compone de umbrales huecos de fibra de carbono, que forman las principales líneas de carga. El techo es de fibra de carbono y se fabrica en una sola sesión en autoclave. Para ambas zonas se han utilizado técnicas innovadoras: el sistema de doble saco tubular permite la producción en una sola sesión, un planteamiento derivado de la Fórmula 1. La bañera y el techo utilizan fibra de carbono y deflectores interiores Rohacell/Nomex como estructuras portantes.

Como en el LaFerrari, los amortiguadores laterales están integrados en el umbral. La disposición asimétrica del habitáculo ha permitido optimizar cada lado de la célula por separado. El lado del conductor tiene un asiento ajustable, que ofrece una amplia gama de posiciones para mejorar el confort de conducción y la seguridad en caso de impacto lateral. Esto ha supuesto más deflectores estructurales en el suelo y amortiguadores más largos que en el lado del pasajero, que tiene un asiento fijo y ahorra peso sin dejar de garantizar el máximo nivel de seguridad para ambos ocupantes.

Los puntales delanteros también tienen la función térmica de canales de refrigeración para el sistema de frenado. Ferrari ha codesarrollado una tecnología de fundición que permite reducir el grosor mínimo de las paredes de las piezas fundidas del límite anterior a 2,0 mm (-23% en comparación con las aplicaciones anteriores). Esto se ha traducido en una reducción del 5% del peso y un aumento del 50% de la rigidez a la torsión y a la flexión en comparación con el LaFerrari, así como en la mejora de las características NVH para una experiencia de conducción lo más confortable posible.

CARROCERIA

La carrocería del F80 es totalmente nueva y está fabricada en fibra de carbono utilizando tecnología procedente del automovilismo y la Fórmula 1, del autoclave con fibra de carbono pre impregnada. El capó delantero incorpora un S-Duct, un elemento fijo que integra las dos aletas delanteras.

Las puertas presentan una apertura de mariposa, como en el LaFerrari, y tienen una bisagra doble con un eje de giro que les permite abrirse casi 90° por encima de la carrocería. Para el esqueleto de las puertas se ha utilizado una fibra de carbono especial de alto rendimiento, un elemento estructural que también tiene la misión de absorber las cargas dinámicas en caso de impacto lateral.

El capó trasero, que retoma el tema estilístico de las puertas en vista lateral, presenta seis salidas para el aire caliente procedente del motor V6 y una rejilla, del mismo material que el capó, también diseñada para evacuar el aire.

DISEÑO

EXTERIOR

El F80 forma parte de una investigación creativa que ha llevado al equipo del Centro Stile Ferrari dirigido por Flavio Manzoni a un cambio radical de paradigma de diseño, estableciendo un puente entre el pasado y el futuro en el diseño de Ferrari. Esta investigación, basada en la asimilación de una serie de elementos del lenguaje y del ADN de la marca, se ha centrado en el estudio de los monoplazas para llegar a la realización de un coche con una estética moderna e innovadora que, a la vez que es capaz de albergar un pasajero a bordo sin comprometer el confort, asume a todos los efectos las connotaciones de un monoplaza.

El diseño del F80 nació con esta lógica a partir de aportaciones tecnológicas que le dieron una caracterización fuertemente técnica. Los ambiciosos objetivos de prestaciones hicieron necesario un enfoque holístico del proyecto; así, la forma del F80 fue tomando cuerpo hasta alcanzar su madurez definitiva gracias a una sinergia constante entre el Centro de Estilo y los departamentos de ingeniería, aerodinámica y ergonomía. Partiendo de los primeros estudios y de la investigación formal más abstracta, a través de un proceso de convergencia natural, se alcanzó un equilibrio entre formas y volúmenes que permitió expresar las máximas prestaciones exigidas al coche también desde el punto de vista estético.

El F80 tiene un fuerte impacto futurista y una evidente referencia a la industria aeroespacial. Su arquitectura se caracteriza por una sección en diedro con dos soportes muy sólidos en las ruedas. En vista lateral, el soporte trasero se desarrolla de forma muy plástica, acentuando la musculatura de toda la aleta trasera. En cambio, efectos más arquitectónicos caracterizan el soporte delantero, con una especie de panel en relieve que actúa como prolongación del paso de rueda, en un homenaje a los códigos estilísticos del F40.

De los volúmenes así delineados emerge el habitáculo, una especie de burbuja de efecto suspendido y proporciones sorprendentes, fruto de un minucioso trabajo de arquitectura y proporciones. Unos 50 mm más compacto que el del LaFerrari, produce un efecto notable en la percepción de los volúmenes, ensanchando los hombros del coche y haciendo que el habitáculo sea aún más compacto.

Como en todos los Ferrari de última generación, la combinación de la parte superior del color de la carrocería y la parte inferior de fibra de carbono pintada permite realzar el diseño del coche, revelando las funciones técnicas en una segunda lectura. En el F80, se ha intentado evitar un efecto antropomórfico en la parte delantera del coche; los faros delanteros están ocultos dentro de una visera, una especie de pantalla negra con funciones a la vez aerodinámicas y ópticas que hace que el F80 sea particularmente original.

La zaga, caracterizada por el tema de la cola truncada, presenta dos configuraciones: una con el alerón replegado y otra con el alerón levantado. Los grupos ópticos se sitúan en el interior de una doble hilera, compuesta por el travesaño y el alerón, con la idea de crear un efecto sándwich que confiere a la zaga un carácter muy deportivo en ambas configuraciones.

Con el alerón levantado, el coche expresa aún más potencia y dinamismo, revelando una segunda naturaleza gracias al diferente equilibrio de volúmenes en las dos configuraciones. Las funciones se han resuelto desde el punto de vista del diseño para crear una relación perfecta entre prestaciones y forma. Algunas de ellas, relacionadas con la térmica y la aerodinámica, se han integrado de un modo muy característico: por ejemplo, el canal que canaliza el aire hacia la admisión del motor y los radiadores laterales al estilo «NACA» es un elemento icónico, además de funcional, y define uno de los temas estilísticos más originales de los flancos.

Otro elemento funcional, pero con un fuerte valor simbólico, son las rejillas de ventilación de la cresta: seis rendijas, iguales al número de cilindros del motor de combustión, definen una relación inesperada entre las líneas precisas y geométricas, y las superficies plásticas del coche.

INTERIOR

Las compactas proporciones del habitáculo se han logrado mediante el desarrollo de una cabina inspirada en un monoplaza, casi como si fuera, desde un punto de vista perceptivo, un carenado de Fórmula 1. A través de un largo proceso en el que han participado diseñadores, ingenieros, ergonomistas y expertos en Color & Trim, se ha logrado una solución novedosa que convierte al conductor en el protagonista absoluto de este interior, transformando el coche en un «1+».

El puesto de conducción, decididamente envolvente, se desarrolla por completo en torno al conductor, convergiendo hacia los mandos y el cuadro de instrumentos. El panel de control también está orientado ergonómicamente hacia el conductor, creando una especie de efecto envolvente en torno a él.

El asiento del acompañante, al tiempo que cumple todas las funciones ergonómicas, está tan perfectamente integrado en el revestimiento del habitáculo que casi desaparece de una visión de conjunto, gracias también a una inteligente diferenciación de materiales y colores respecto al asiento del conductor y el resto del revestimiento.

La idea de escalonar longitudinalmente los asientos de los dos ocupantes permitió situar al pasajero más atrás que el conductor, con la ventaja de reducir el espacio interior, sin penalizar la ergonomía y la percepción del confort de los ocupantes. Esta disposición permitió redimensionar el habitáculo, reduciendo la sección frontal del coche.

La F80 también está equipada con un nuevo volante especialmente desarrollado, unos 14 mm más estrecho que su predecesor y con una forma redondeada en la parte superior e inferior. El volante ve reducida la geometría del aro en 70 mm en el eje vertical para aumentar la visibilidad y el tacto deportivo del volante. La empuñadura se ha mejorado para aumentar el agarre de las manos al volante, con o sin guantes. Por último, los botones físicos de los radios derecho e izquierdo del volante hacen su regreso, sustituyendo a la arquitectura totalmente digital utilizada por Ferrari en los últimos años para una mayor facilidad de uso y reconocibilidad táctil de los botones, un cambio que también encontrará su lugar en los futuros coches de calle del Cavallino Rampante.

7 AÑOS DE MANTENIMIENTO

Los incomparables estándares de calidad alcanzados y la gran atención prestada al cliente son la base del programa de servicio extendido de siete años de Ferrari, que también se ofrece en el Ferrari F80. Este programa, válido para toda la gama pero que hace su debut absoluto para los supercars del Cavallino Rampante, cubre todo el mantenimiento rutinario durante los siete primeros años de vida del coche. El plan de mantenimiento rutinario es un servicio exclusivo para los clientes, que tendrán la garantía de mantener el nivel de prestaciones y seguridad de su coche a lo largo de los años. Este servicio especial también está reservado a quienes adquieran un Ferrari de ocasión por primera vez.

Las principales ventajas del programa Genuine Maintenance incluyen revisiones programadas (a intervalos de 20.000 km o una vez al año sin límite de kilometraje), recambios originales e inspecciones precisas utilizando las últimas herramientas de diagnóstico por parte de personal cualificado formado directamente en el Centro de Formación Ferrari de Maranello. El servicio está disponible en todos los mercados y concierne a todos los Puntos de Venta de la Red Oficial.

El programa de Mantenimiento Genuino amplía aún más la amplia gama de servicios posventa ofrecidos por Ferrari para satisfacer a los clientes que desean preservar las prestaciones y la excelencia que distinguen a los automóviles fabricados en Maranello.

Por luisdemen