El Alfa Romeo 33 Stradale y el Maserati MC20 son dos de los superdeportivos más destacados de la era moderna. Ambos representan lo mejor del diseño, la ingeniería y la deportividad italiana, y aunque visualmente son muy distintos, comparten una base técnica sorprendentemente similar. Aquí te presentamos una comparativa detallada entre estos dos íconos.


Ficha comparativa

CaracterísticaAlfa Romeo 33 StradaleMaserati MC20
ProducciónLimitada a 33 unidadesProducción regular
MotorV6 biturbo 3.0L (derivado del Nettuno)V6 biturbo 3.0L Nettuno
Potencia≈ 620 hp≈ 621 hp
TransmisiónAutomática DCT de 8 velocidadesAutomática DCT de 8 velocidades
ChasisMonocasco de fibra de carbono (Dallara)Monocasco de fibra de carbono (Dallara)
PlataformaCompartida con MC20Compartida con Alfa 33
TracciónTraseraTrasera
ExclusividadMuy alta (ultra personalizada)Moderada (varias versiones disponibles)
DiseñoInspirado en el 33 Stradale de 1967Diseño moderno y aerodinámico
Velocidad MáximaMás de 330 km/h325 km/h

¿Qué comparten exactamente?

Ambos autos utilizan la misma base técnica: un chasis monocasco de fibra de carbono desarrollado por Dallara, una arquitectura de motor central-trasero y el poderoso motor V6 Nettuno biturbo, aunque con diferencias en la calibración. También comparten la transmisión automática de doble embrague de 8 velocidades y buena parte del sistema electrónico.


¿Qué los hace diferentes?

  • El Alfa Romeo 33 Stradale está pensado como una obra de arte sobre ruedas. Solo se fabricarán 33 unidades, cada una personalizada por completo. Es un homenaje moderno al legendario 33 Stradale original de 1967.
  • El Maserati MC20, en cambio, está concebido como un superdeportivo de producción más amplia, orientado a pista pero homologado para la calle. Hay versiones coupé, convertible (Cielo) y se planean variantes eléctricas.

Conclusión

El Alfa Romeo 33 Stradale y el Maserati MC20 son hermanos de plataforma pero con personalidades muy distintas: uno es un unicornio hecho a mano, el otro un pura sangre para el mundo real. En ambos casos, representan el futuro (y el orgullo) del automovilismo italiano.

Por luisdemen