La Ford Lobo es uno de los vehículos existentes más populares del planeta. Tan solo en 2021 se vendieron más de 725 mil unidades alrededor del mundo. Este resultado hizo que el anuncio de la compañía el año pasado, cuando dio a conocer que fabricaría una F-150 completamente eléctrica, fuera aún más importante para el sector automotriz.

Desde entonces, la F-150 Lightning ha tenido todo el potencial para ser un verdadero parteaguas dentro de la industria y en el camino hacia la electrificación. Es por ello que, desde que Ford decidió llevar a cabo este ambicioso proyecto, necesitaba contar con el mejor talento dentro de la industria, lo que lo llevó a voltear a ver a México, donde se encuentra el segundo Centro de Ingeniería más importante de la compañía a nivel global. 

Talento de calidad global

Sin saber cómo reaccionarían los clientes con la llegada de este modelo, la firma automotriz comenzó en el 2019 el diseño de la “pick-up del futuro”.  Así fue como un grupo de nueve ingenieras e ingenieros mexicanos fueron seleccionados para desarrollar dos de los sistemas más complejos e importantes de cualquier vehículo: el tablero principal y la consola central.

Diseñarlos es todo un reto, pues los ingenieros deben trabajar en conjunto  con otros equipos para asegurarse que, por ejemplo, los nuevos sistemas, “displays” eléctricos, elementos de seguridad, el aire acondicionado, e incluso, el tren motriz, funcionen correctamente, siendo el proyecto de mayor interacción y con mayor complejidad de desarrollo dentro de la ingeniería de cualquier vehículo.

El equipo de ingenieros, dirigido por Esteban Virgen, Gerente y Supervisor de Diseño de Ford de México, fue parte de todo el proceso de creación de estos sistemas, que se divide en tres etapas: diseño, validación/pruebas y lanzamiento. En la primera de ellas, colaboraron “sin fronteras” con diseñadores gráficos de Estados Unidos para convertir sus ideas en algo factible para la F-150 Lightning. Posteriormente con equipos de laboratorios de pruebas, que se encuentran en México[1] y Estados Unidos y, finalmente, con el área de manufactura en la planta de Rouge en Dearborn, Michigan.

“Desde que entras a Ford, trabajas constantemente con equipos internacionales, pero en este caso en particular, tuvimos que coordinarnos con proveedores y áreas que se encontraban hasta el otro lado del mundo, convirtiéndose en un proyecto completamente global”, mencionó Esteban Virgen. “El hecho de que hayamos sido elegidos para hacer esto realidad, representa la importante presencia que tenemos dentro de la compañía y el talento que hay en la ingeniería mexicana”, agregó.

Sangre azul

Por muchos años, Ford ha sido llamada la “Gran Familia Azul”, pues desde su fundación en 1903 con Henry Ford a la cabeza, la compañía ha sido reconocida por tener colaboradores con varios años dentro de sus equipos debido al ambiente laboral de confianza y desarrollo que existe en la firma. 

Con esto, para Ford de México es un orgullo compartir que los nueve ingenieros e ingenieras que fueron parte de este importante proyecto, toda su carrera ha sido dentro de la empresa, donde han tenido la oportunidad de seguir creciendo profesionalmente y ser parte indispensable en el camino hacia la innovación y movilidad eléctrica.

El Centro de Ingeniería de México, que actualmente cuenta con poco más de 2,000ingenieros, sigue creciendo y está en busca de todos aquellos talentos que quieran ser parte de la industria

Por luisdemen