En 1955, un automóvil causó sensación: el DS. Rompedor tanto por su diseño aerodinámico como por sus importantes avances tecnológicos y su visión diferente del confort y el refinamiento, el “Tiburón” marcó una época y era fácilmente distinguible entre los distintos modelos que recorrían las carreteras entre las décadas de los 50 y los 70. Actualmente, DS Automobiles recoge el testigo de este auténtico mito proponiéndose el reto de ofrecer, en cada categoría del mercado premium, un vehículo de estilo distintivo e inconfundible que ofrezca la experiencia tecnológica, el confort sin rival, el cuidado por los detalles y el espíritu iconoclasta de los que hizo gala el DS “Tiburón” en su época.
Una de las grandes características de la gama DS es su falta absoluta de respeto a las etiquetas y siluetas que definen a los distintos tipos de automóviles desde hace décadas. Así, en SUV’s como los DS 3 y DS 7, se puede apreciar tanto la elegancia tradicional de la berlina como la deportividad de los coupés más radicales mientras que en propuestas aparentemente más clásicas como el DS 4 o el DS 9, se encuentran rasgos como la polivalencia o la robustez que caracterizan a los SUV. Esta síntesis de estilos tiene su reflejo en el interior de todos estos modelos, con una amplia gama de tapicerías, ambientes y acabados. Todos ellos comparten la pasión por los pequeños detalles y las técnicas exclusivas que DS Automobiles ha sabido heredar de la tradición del lujo francés.
El frontal de los últimos lanzamientos de DS Automobiles se caracteriza por una nueva firma luminosa. Los faros cuentan con el sistema DS MATRIX LED VISION que combina iluminación matricial y direccional. Se complementan con luces de día formadas por dos líneas de LED a cada lado. Los DS WINGS unen los faros a la parrilla. La zaga también es objeto de un trabajo muy especial. Así, en el DS 4, el techo se extiende hasta la parte inferior de una luneta trasera muy inclinada con una serigrafía “Reflective Design”, una demostración exterior del reconocido “savoir faire de la marca.
En el habitáculo de sus modelos, DS Automobiles lleva toda su experiencia en marroquinería, fruto de años de estudio de las técnicas artesanas que han dado renombre mundial al lujo fráncés. La confección Bracelet, los pespuntes “point perlé”, que se han convertido en parte de la identidad de marca, están presentes, junto a cueros de la mejor calidad como el Nappa de alta densidad
La confeccion Bracelet se ha convertido en todo un símbolo de savoir-faire y calidad y en una seña de identidad de DS Automobiles. Su diseño se inspira en la pulsera metálica de los relojes de alta gama, también conocida como armis, y que está formada por múltiples elementos, de tamaño diverso, ensambladas entre sí. Los tapiceros de DS dan un giro a esta concepción utilizando una sola pieza de piel, sin costuras en relieve, en cada asiento asegurando, de este modo, el máximo nivel de confort.
El cuero Nappa se elabora con innovaciones técnicas inspiradas en el savoir-faire ancestral de los artesanos franceses. La superficie se moldea por medio de un estampado especial. Esta ténica ofrece un resultado inigualable, único en cada vehículo.
Presentado por primera vez en el concept-car DS DIVINE para expresar el cuidado por los detalles tan propio de la marca, el punto de perla ha sabido pasar por la dura prueba de los tests de industrialización. Imaginado en una de las máquinas de coser del taller de Colores y Materiales, en medio de centenares de tejidos, muestras y objetos que marcan tendencia, el punto perlé es resultado de múltiples pruebas de costura, del derecho y del revés.
Como su nombre indica, reproduce un motivo en forma de perlas. Se inspira en una técnica de bordado utilizada en la alta costura para realizar detalles altamente sofisticados. Los guarnicioneros de DS Automobiles han seguido la estela de esta técnica, de gran tradición en el lujo francés, para su trabajo en el habitáculo y la confección de los asientos hasta convertirla en una auténtica marca de fábrica.
A través de los siglos, la relojería se ha impuesto como un sinónimo de lujo y refinamiento, sin perder de vista la investigación y el desarrollo tecnológico al servicio de la precisión y la búsqueda de funciones prácticas. Características que comparten tanto los relojes mecánicos más exclusivos como los smartwatch más sofisticados.
El guillochage es una técnica de decoración de superficies creada por Abraham-Louis Breguet, fundador francés de la marca de relojes Breguet, que introdujo esta técnica en la alta relojería en 1786. Los Clous de Paris, que consisten en una sucesión de finísimas incisiones que crean elegantes formas geométricas puntiagudas, es el motivo más clásico que se usa en superficies metálicas por su belleza, refinamiento y equilibrio, que lo convierten en uno de los más apreciados en el mundo del lujo.
Imaginados para ofrecer un estilo innovador, las esferas de los relojes realizadas con la técnica del Guillochage reflejan la elegancia y el refinamiento de mecanismos y movimientos. Se crean líneas que, al entrecruzarse, diseñan una nueva superficie que guía a las manos, a través del tacto, hacia los mandos de la consola central.
La superficie lisa se transforma, a través de los minúsculos surcos que, esculpidos, se convierten en pequeñas puntas piramidales, formando una geometría utilizada, desde siempre, en los modelos de DS Automobiles.