Ante las recientes medidas arancelarias impuestas por Estados Unidos a los autos chinos; EY, firma líder en servicios profesionales de auditoría, impuestos, consultoría, estrategia y transacciones, que este año cumple 90 años en México, ofrece un análisis detallado sobre el impacto de esta decisión en el sector automotriz mexicano y la creciente presencia de marcas chinas en el país.
De acuerdo con cifras publicadas por el INEGI, en 2023 se vendieron 273,592 unidades manufacturadas en China, lo que representó el 20.09% del total de las ventas de vehículos en México ese año. Es decir, uno de cada cinco automóviles ligeros vendidos en México en 2023 fue de origen chino. De estos aproximadamente la mitad o el 50% son de marcas de origen Chino.
El crecimiento en la introducción y aceptación de autos chinos en el mercado mexicano se ha acelerado, impulsado por un plan de negocios estratégico adoptado por estas marcas. Inicialmente, enfocadas únicamente en la venta de vehículos, ahora invierten en infraestructura, forman alianzas y crean una red integral para sostener su crecimiento, lo que ha resultado en un aumento constante de las ventas y se proyecta que el ritmo actual continúe en el corto plazo.
En términos de ventas, las expectativas para estas marcas son ambiciosas. Se estima que podrían vender entre 50,000 y 60,000 unidades este año, con el objetivo de alcanzar hasta 100,000 unidades en 2025.
Al respecto, Francisco Bautista, Socio Adjunto de Manufactura Avanzada y Movilidad para EY Latinoamérica, comenta: “En cuanto a la cuota de mercado, anticipamos que las marcas chinas podrían alcanzar e incluso superar el 11% del mercado automotriz mexicano este año. Esto se debe a su oferta de vehículos con excelentes prestaciones a precios competitivos, lo que facilita la renovación del parque vehicular promedio del país, que actualmente es de 17 años. Lo anterior, no sólo impulsa las ventas, sino que también introduce al mercado mexicano vehículos seguros y menos contaminantes”.
A pesar de la histórica reputación de baja calidad de los autos chinos, hoy en día ofrecen productos de alta calidad con garantías diferenciadoras. La industria automotriz tradicional deberá adaptarse rápidamente a estas nuevas condiciones para mantener su competitividad.
Las marcas chinas también están enfrentando desafíos logísticos con rapidez y eficacia. Por ejemplo, MG ha invertido en una bodega de autopartes en San Luis Potosí para asegurar el suministro de repuestos y ha diversificado sus puertos de importación a Mazatlán y Lázaro Cárdenas.
México, como el segundo mercado automotriz más grande de América Latina después de Brasil, es un objetivo clave para las marcas chinas, ya que las regulaciones más flexibles en comparación con Estados Unidos hacen que el mercado mexicano sea aún más atractivo. A largo plazo, estas marcas planean expandirse a otros países de América Latina antes de ingresar al mercado estadounidense.
EY México estima que las marcas chinas podrían alcanzar entre el 20% y el 25% del mercado automotriz mexicano en los próximos cinco años. Este crecimiento será impulsado por la oferta de vehículos con excelentes prestaciones a precios competitivos, una rápida adaptación a los desafíos logísticos y un enfoque estratégico en la inversión y expansión de infraestructura.