Una de las colecciones privadas más valiosas del automovilismo ha cambiado de manos. Bernie Ecclestone, exjefe de la Fórmula 1 y figura clave en la historia del deporte motor, vendió su mítica colección de 69 autos de Fórmula 1 a Mark Mateschitz, heredero del imperio Red Bull, en una operación que ha captado la atención mundial.

Aunque el monto exacto no fue revelado, se estima que la transacción ronda los 600 millones de euros, dada la rareza y el valor histórico de las piezas involucradas. Entre los autos destacados se encuentran el Ferrari 375F1 que compitió en 1951, el Brabham BT46B «fan car» y el Ferrari F2002 pilotado por Michael Schumacher en una de sus temporadas más dominantes.

Bernie Ecclestone, de 94 años, comentó que tomó la decisión pensando en el futuro:
«No quería dejarle esta responsabilidad a mi esposa. Quiero que estos autos tengan un buen hogar y puedan ser disfrutados por el público.»

Por su parte, Mark Mateschitz, de 32 años, expresó su admiración por la colección y adelantó que su objetivo es conservarla y abrir un museo para exhibirla al público.
«Esta colección representa la historia viva de la Fórmula 1. La cuidaré, la ampliaré y la haré accesible para todos los fanáticos del deporte motor.»

Un legado sobre ruedas

La colección abarca autos de todas las décadas, muchos de ellos en condiciones de competencia. Más allá de su valor monetario, representan momentos icónicos del automovilismo: campeonatos, innovaciones técnicas y leyendas al volante.

Mateschitz, ahora uno de los mayores coleccionistas privados del mundo, sigue fortaleciendo la presencia de Red Bull en el ADN de la Fórmula 1, esta vez desde el lado histórico y cultural del deporte.

Para una visión más detallada de la colección, te invitamos a ver el siguiente video:

Por luisdemen